La luz del sol que entra por la ventana acaricia el rostro impasible
del señor que acuchilla brutalmente a su esposa. Lo hace en la cocina, mientras
ella limpia los cacharros. Han comido un arroz con verduras que ella ha
preparado. Estaba delicioso. Aun así, él ha encontrado pegas. El paisaje que ha
quedado le evoca ternura y lástima de sí mismo. Se mira las manos, y en sus
palmas advierte como las finas líneas de piel que se entrecruzan forman una eme
mayúscula más vistosa que nunca. El viejo reloj de péndulo marca las cinco. Es
la hora del paseo. El hombre, que está lleno de profundos silencios, se despoja
de la ropa salpicada y se da una ducha. Se arregla y sale a la calle. El cielo
está limpio, barrido de nubes, los pájaros trinan y el parque por donde suele
caminar está envuelto de una nostalgia cortante. Hoy no irá por ahí. Algo le
ahoga por dentro, aunque no exterioriza nada. Sigue insensible a lo que ha
pasado e incluso se permite saludar afectuosamente a varios conocidos. Busca
otro lugar. Su cuerpo y su mente ya no son uno. El infierno se le asoma. Piensa
en esa eme, en las profundas grietas de un abismo, en la sangre que tiñe su consciencia,
y quiere borrar lo que ha hecho. Si puede lo intentará desde el puente.
lunes, 30 de abril de 2018
viernes, 27 de abril de 2018
TODO ES UN SACRIFICIO
Si acabo contigo no solo es por el placer que eso supone, sino por el
recelo que además me otorga extirpar escrupulosamente tus órganos con mi
bisturí y darme un buen festín a
posteriori. Soportar la voz agónica de tus ¡ayes! me incomodará, seguro;
pero, en esta vida, todo es un sacrificio. Igual que un cerdo grita ante la
proximidad de la muerte, a ti no te imagino acogiéndote a ella con la boca
cerrada. Siempre has sido una desquiciada escandalosa, una exagerada repelente,
una sinvergüenza maleducada… Aun así, aunque vaya a costarme trabajo
inmovilizarte y colocarte una mordaza, cocinarte con una salsa a la mostaza
valdrá la pena; me han dicho que va bien con cualquier carne.
EL INFINITO
El infinito está en esta dura enfermedad, en el tiempo que no avanza
cuando lo inminente espera a la vuelta de la esquina. Tanto dolor y tanto amor
a la vez en esta habitación convierten las demoras en eternidades, y sonreír a
la persona que ya empiezas a añorar es una incómoda disposición del alma. El
infinito está en las lágrimas que atascan el diálogo y en el vacío que se
empaqueta lentamente para siempre. Me veo cayendo en la irrealidad de mi mente,
y en la realidad de este hospital me identifico con cualquier cosa frita,
rebozada de pena, engullida por una lúgubre melodía que se pierde en la vaguedad
cruel de este infinito que a todos nos llega.
miércoles, 25 de abril de 2018
INSTRUCTOR DE VUELO
Soy Adam Britt, ingeniero aeronáutico. Llevo unas semanas enseñando a
volar a una criatura alada y picuda. Tanto su peso como su envergadura son
reducidos, y sus patas delgadas, fuertes, capaces de agarrarse a las ramas
de los árboles. Sus alas son pequeñas, sin embargo eso no debería impedir que
alzara el vuelo. El problema es que esta peculiar ave está demasiado pendiente
de su aleteo, y así no logrará volar con soltura. Desde los tejados de las
viviendas o las copas de los árboles, le sugiero que visualice el ascenso, el
planeo, y que no piense en sus alas, pues si por un momento se pregunta cómo consigue
volar caería en picado.
lunes, 23 de abril de 2018
LA VOZ VECINA
En el piso de al lado vive una voz que se levanta temprano y habla de
asuntos que no consigo oír con claridad. Es una voz masculina, grave, aunque
otras veces diría que es femenina, ya que se modula amanerada. A media mañana
se funde con otras, las de la radio, y, como si fueran familia, mantiene un
diálogo con los tertulianos de las ondas. Sobre la hora de comer se prepara la
comida y canta canciones de los 40 Principales. Es durante ese tarareo alegre cuando su
timbre se vuelve atiplado y diría que pertenece a una mujer sensible y cariñosa.
Por la tarde esa voz duerme, se relaja, se entrega a la siesta y da la
sensación de que no viva nadie. Pero entrada la noche, a eso de las ocho y
media, vuelve a la carga; enciende la televisión y discute con los presentadores
de las noticias y los colaboradores de los programas «Deluxe» que van luego. Las
veces que echan fútbol –demasiadas–, esa voz vecina grita e insulta sobresaltada
como un hincha violento. Y otras, cuando no hacen nada de bueno y la apaga, todo
vuelve a la calma y parece que se abandone al silencio; pero nada de eso… Esas madrugadas,
si acerco la oreja al tabique, la voz sigue tímidamente activa, cambia a otro registro,
el del lamento, y solo suspira.
jueves, 19 de abril de 2018
LA GRAN MEADA
Me planto en la orilla, me bajo la bragueta y me la saco. Mecido por la
brisa y el aroma salado de las algas meo donde las olas no me alcanzan con sus
bordados de espuma. Miro a los lados, en rededor. No hay nadie; ni un turista.
En esta playa de arena fina ha llegado el otoño: la reflexión y la cordura.
Estoy agradecido a este pueblo de contrastes; de multitudes fieles a partir de
julio y de silencio y calma a medidos de octubre. Me permito esta excentricidad
cada mañana para sentir que no he desperdiciado la vida.
ODIAR CON GANAS
No creo que Dios quiera que seamos felices, ni que las ciudades y los
lugares sean espacios maravillosos, ni que reine la paz entre nosotros… Dios
habrá pensado que algo de dolor y sufrimiento es vital, y que el odio es el
mejor sentimiento para continuar despiertos en este mundo. Yo no soporto a
mucha gente. Podría decirse que odio a diferentes niveles. A los compañeros del
trabajo más bien los ignoro, son gilipollas, me dan mucha rabia; a la familia
de mi mujer tengo que aguantarla, no la trago, la aborrezco; a la mía directamente
la desprecio, no me hablo con nadie; a mi mujer, más que odiarla, le tengo
tirria, es irritante; y de hijos menos mal que no tengo. Gracias a Dios puedo
decir que mi aversión y rechazo hacia todos me da la fuerza suficiente para sentirme vivo.
martes, 17 de abril de 2018
EL RELOJ
El «tic-tac» del viejo reloj de péndulo va descompasado. El «tic» suena
primero y cuando esperas el «tac» resulta que tarda más de lo esperado. ¿Para
qué sirve un reloj que funciona así? Está enfermo. Lo curioso es que el relojero vino a casa para
echarle un vistazo y, tras examinarlo, nos dijo que su mecanismo iba
perfectamente. Yo creo que en esas saetas se alberga el mal. Cuando el médico
de relojes lo hizo funcionar ante nosotros, el «tic» y el «tac» tenían la misma
cadencia y su intermitencia era correcta, marcial, precisa. Sin embargo, cuando
nos quedamos solos con él, nuestra casa pasa a ser un lugar extraño y atemporal
donde el tiempo vuelve a medirse caprichosamente.
sábado, 14 de abril de 2018
LA MAJA DESNUDA
Dispuse mi cuerpo desnudo sobre una gran bandeja de plata, recostada
plácidamente como una maja, y me
ofrecí al león como un opulento manjar. Estirada sobre un mullido lecho de
lechuga y escarola, me aderecé con aceite, sal y especias, acompañándome de la carroña
de otros animales. Quería mostrarme apetecible para el superpredador que se
alimentaba de mamíferos de entre 190 a 550 kilos. Dejé a la vista el lustre de
mi blanca piel, y, con unas ramitas de perejil, ornamenté mi sebosa figura,
engordada durante meses para que este rey insaciable me viera como una
exquisita pieza de carne.
viernes, 13 de abril de 2018
IMPUNTUAL
El reloj de la cocina se adelanta cada día unos segundos (lo compré en
los chinos). A día de hoy su hora es bastante engañosa; veinte minutos me separan
de la hora real. Marca las 8:20h, pero yo sé que son las 8:00h. Podría ponerlo
a hora, pero me gusta su imperfección y mi cavilación para situarme en el
tiempo presente. ¿Qué es el tiempo? Lo hemos debatido con el profesor de
filosofía y no hemos llegado a una conclusión clara. Algunos estudiosos, tras
hacer profundas reflexiones, sostienen que no existe. Eso estaría genial, así podría
justificarme ante mi novio.
jueves, 12 de abril de 2018
DARSE MARACA
El señor cargado de inquina ya no «descompresiona» su cuerpo delante del ordenador o usando su obscena imaginación
como solía hacer cada noche antes de acostarse. Ya no se quiere. Ha entrado en
el peor vericueto: el de aborrecerse a sí mismo. Se consuela y se da placer de
otra forma: con un bote grande de helado de vainilla y cookies de chocolate.
Así está de gordo. Debería ponerse firme y no darse esos atracones. Es mejor
que conozca a gente, y si no, que les den a todos y, como hacía antes, vuelva a
darse maraca de la buena.
martes, 10 de abril de 2018
ÓBITO DE VIDA
El cuerpo debe ser alimentado, vestido y cuidado por un alma espiritual
y responsable. De esta manera nuestra masa corpórea puede albergar la vitalidad
y la llama que nos mantiene vivos. Hace unas semanas que he muerto y mi alma se
ha liberado, así que puedo deciros que mi yo etéreo ha acabado en el interior
de un cuerpo más complejo y creativo; pertenece a un ciego, a un hombre invidente.
En la profundidad de su ser he adquirido el hábito de la introspección; es
silencioso y puedo percibir las cosas de otra manera, más completas. Sueño
perfecciones, negruras que abarcan un universo de estrellas, una oscuridad que
brilla fulgente… Su corazón late fuerte, con una cadencia vigorosa en la que me
reconozco, me siento vivo. Y, a estas alturas de mí no existencia, puedo
afirmaros que, dependiendo del cuerpo que Dios te asigne, hay más vida que muerte.
viernes, 6 de abril de 2018
MENTIRAS
No contar toda la verdad nos permite vivir más libres y mejor, ya que las
mentiras son licencias imaginativas que dan efervescencia a la comunicación. En
estas confesiones, propias de los humanos sin conciencia y también con ella, pueden
detectarse pretensiones piadosas y espeluznantes. Piadosas cuando pensamos que no
tienen importancia y mentimos para no causar pena o lástima, y espeluznantes
cuando se convierten en cuestiones más serias. No exagero si digo, por ejemplo,
que un señor zalamero y cariñoso puede manifestar continuamente lo mucho que
quiere a su esposa cuando, en realidad, lo que hace es engañarla todos los miércoles
con otra. Tampoco exagero si pongo en mi currículum que poseo un master en
finanzas cuando lo que hice fue un curso de contabilidad; por no mencionar a
los que interpretan un papel educado y recatado en su entorno familiar cuando,
un día, se revelan con un hacha como feroces parricidas. Nunca nos cansamos de
mentir; de contar las cosas de otra manera; de llevar las historias a nuestro
terreno, y, si hace falta, de expresar lo contrario a lo que sentimos. Lo
llevamos en los genes. Es posible que el peligro esté en nuestra curiosidad
insana, pues da la sensación de que las mentiras y las falsedades, junto a esa tendencia obsesiva
hacia las noticias desagradables, retorcidas y crueles del día a día, se están
convirtiendo en estupendas fábulas que enriquecen la tierra laberíntica de
nuestra mente.
jueves, 5 de abril de 2018
EMPATÍA
Mi hermana tiene alma de insecto, de ahí su avenencia con los bicharracos.
Cada vez que descubre alguna cucaracha correteando por el pasillo u otros
lugares de la casa, su intención no es acabar con ellas –como haría cualquier
miembro de la familia–, más bien lo contrario, las protege de los escobazos. «¡Yo
me ocupo de ellas! ¡Dejadlas en paz!», se enfada cuando mamá grita histérica al
verlas. «¡¡Son solo insectos inofensivos, por Dios! ¡No entiendo vuestra ansia por
aniquilarlos!!» Pasa lo mismo con los escarabajos, tijeritas, lagartijas,
gusanos y otras pequeñas alimañas que puntualmente van apareciendo por la casa.
Ella se ocupa. Les muestra respeto y cordialidad, y, amablemente, como si se
tratara de huéspedes, los invita a pasar a su habitación para quedarse el tiempo que quieran.
martes, 3 de abril de 2018
EL MAL
Te asustas si algo depravado y horrible pasa por tu cabeza, y, sin
saber muy bien por qué, te recreas en esa repulsiva película. ¿Por qué piensas en esa porquería? ¿Te gusta? ¿Acaso eres un psicópata o un asesino?
¿Tu mente está enferma o es solo una licencia caprichosa del subconsciente?
Sigues dando sorbos a tu café con leche y continúas ojeando el periódico
para salir de esa secuencia de imágenes retorcidas e intolerables; aunque
adviertes que los titulares escabrosos que te ofrece cada día la prensa son, en
buena medida, los causantes de que imagines de la manera en que lo haces. La
mayoría de noticias y sucesos que se publican sobre este papel de estraza pocas
veces son bellos; y tú, que eres una persona sensible e impresionable, sientes como
la curiosidad y la tentación se modelan en un miedo atrayente para que tengas
la libertad de probar lo que te produce tan deleitosos estremecimientos.
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