martes, 6 de marzo de 2018

INCONTINENCIA CONTAGIOSA


La risa, en ocasiones, surge de zonas ignotas del cerebro y se convierte en un reír tan tonto y absurdo que parece que estés ido y no tengas control sobre ti mismo. Eso mismo le sucedió a un futbolista antes de dar inicio un partido. Estaba sobre el terreno de juego, alineado junto a sus compañeros, escuchando el himno nacional con su mano derecha apoyada sobre el pecho. Un pensamiento inadecuado se proyectó en su mente y, justo en ese momento solemne y respetuoso, fue captado por las cámaras de televisión sin poder retener lo que le nacía de dentro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario