jueves, 5 de octubre de 2017

LA VIDA

Añadir leyenda
Las cosas siempre pasan ahí mismo, en tus narices, como en el teatro. Y alucinas porque podrías interactuar. Sin embargo, ese instante eterno fabrica nudos en la garganta. Esa insólita proximidad paraliza y deja coexistir gran variedad de emociones. La respiración se acelera, vives conmovido en un escalofrío, acorralado por sentimientos discordantes y eufóricos, porque, como digo, lo que te desgarra o te hace sumamente feliz ocurre ahí mismo, en un escenario real, a escasos metros. Tan cerca que, si quisieras, podrías tentarlo, palparlo, acariciarlo… ¿Verdad que las cosas siempre pasan ahí mismo, en tus narices, como en el teatro?

No hay comentarios:

Publicar un comentario