domingo, 27 de marzo de 2016

EN ÓRBITA

Una pequeña araña se posa en mi mano mientras me fumo un cigarro de esos en la terraza. Al verla no me asusto, al contrario; ojalá su mordedura me diera poderes sobrehumanos. El sentido arácnido y la habilidad para trepar por las paredes están bien, pero yo soy más ambicioso, y, puestos a pedir, preferiría volar como un pájaro. Contemplo el cielo; me relajo viendo la blancura de las nubes en torno al sol, y pienso que si ese gran poder me fuera dado, podría despegar como un cohete en dirección al espacio. Lo haría bien: me ceñiría un traje ajustado, con capa, efectuaría una cuenta atrás en la plazoleta del barrio y me despediría como toca de la gente que quiero. Les diría que me voy un tiempo, que necesito estar en otra órbita y salir de esta gravedad que me ahoga; que el cuerpo me pide explorar otras galaxias y caminar por los anillos de Saturno o los cráteres de la Luna. No miraría atrás, aunque me costaría dejar a mi perro Lolo y a una novia que tengo. 
Esta Noche te cuento (ENTC). Tema: Un viaje espacial

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