jueves, 11 de junio de 2015

TEORÍA DEL COLOR

Los días soleados aprovechaba para tender la ropa en la azotea. Había cuerdas de sobra, aunque la última vez estaban todas ocupadas por centenares de calzoncillos; sujetos con una pinza y organizados por colores. En la entrada, del negro al blanco había dispuestos una cincuentena perfectamente escalonada. En la parte central se difuminaban de la misma manera pero en gamas básicas: magentas, amarillos y azules. Y en los extremos, predominaban los cromatismos secundarios: violetas, rojos y verdes. Una distribución masiva de slips que llenaba de color el terrazo y descubría, además del gran acopio, el talento singular de algún vecino.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario