sábado, 31 de enero de 2015

MODAS

Dejé el cuerpo antiguo en el armario, en la percha correspondiente. Tras pasar la mano suavemente por mi colección seleccioné otro, ya iba siendo hora de cambiar. Las modas eran caprichosas, alterables, sin criterio aparente, y lo que se consideraba rancio o trasnochado en un momento dado podía volver con fuerza y ser lo más. Viendo mí surtido de masas corpóreas y analizando diversos factores climáticos y sociales, revestí mi huesudo esqueleto convencido de que con mi sabia elección influiría en que se llevaran de nuevo los cuerpos rechonchos, de tez pálida y de mofletes colorados salpicados con graciosas pecas.

2 comentarios:

  1. Sergi, es cierto que ninguna moda es pasajera, que todo vuelve, que vivimos en una sociedad que lo más es lo más rancio de otras épocas. Un micro muy surrealista y certero.

    Saludos.

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    1. Gracias Nicolás por tus palabras y por contribuir en este blog que estreno.
      Para mi la moda es no estarlo. Escarbar en lo que aparentemente esta escondido es lo más.

      Un saludo

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