miércoles, 30 de diciembre de 2015

CON BARBAS Y A LO LOCO

El joven que entendía la realidad como un flirteo con la locura, buscaba rincones acogedores en los jardines para sentarse sobre la hierba y abandonarse al delirio de sus pensamientos. En casa hacía lo mismo, aunque el lugar destinado para el disparate era la cocina. Abría la nevera y observaba su contenido un buen rato, como esperando extraer alguna solución a las dudas que le asaltaban. Llenaba su cabeza de tantas cuestiones absurdas que, al final, su insensatez le llevó a solucionar uno de sus estúpidos dilemas estirando la frondosa barba del señor que siempre se encontraba en el supermercado.

lunes, 28 de diciembre de 2015

LA HUERTA

El artista instruido siempre lleva consigo algún apero de labranza por si aparecen las obsesiones. Cuando lo hacen, cava surcos y las entierra sin atender a su naturaleza perniciosa; las riega y espera a que broten en algo mejor. Si no lo hacen, si crecen torcidas, las muele a palos con su azada y utiliza sus desechos como abono para otras creaciones. De esta manera, reciclando sus temores, su cosecha de delirios no deja espacio a las malas hierbas, y lo que antes enraizaba en un estado vano y depresivo ahora convierten al artista en la alegría de la huerta.

lunes, 21 de diciembre de 2015

YO SI ESTUVE EN EL CONCIERTO DE LOS SUAVES

La primera vez que perdí un zapato fue en un concierto de los Suaves. La niebla que se respiraba en la sala y las cervezas contribuyeron a que el extravío no supusiera ningún obstáculo significativo. Durante el solo del guitarrista, imité su virtuosismo con mi guitarra imaginaria, y, por suerte, al fijar mi vista al suelo, vislumbré como mi viejo mocasín se revolvía por aquel bosque de piernas. Las sacudidas involuntarias que recibí al tratar de recogerlo me llevaron delante del todo, y allí me lo calcé. Sin embargo, tras la zambullida del cantante desde la tarima, no recuerdo nada más.

sábado, 19 de diciembre de 2015

LA GRANJA

Faustino se convirtió en cabra porque estaba cansado de la vida que llevaba. Se levantaba a las siete, abría la cafetería que tenía a escasos metros de casa y allí aguantaba a la latosa concurrencia. Los clientes más exigentes no aceptaron el cambio, pues, aquella monstruosa apariencia de chivo y su molesto balar a la hora de atenderles, no era para nada de su agrado. La situación provocó que otros fenómenos de igual calibre se sucedieran en el local de Faustino: los intransigentes empezaron a gruñirle y a ladrarle, los testarudos a rebuznar insistentemente y los más bocazas a cacarearle.

jueves, 17 de diciembre de 2015

FUNDAMENTOS DE PAREJA

Coincidimos en una baldosa de la cocina, me dribla y me hace un traje. Me deja clavado, sin tiempo a reaccionar ante aquella filigrana escurridiza. No me da ni los buenos días; entiendo que va con el tiempo justo para llegar al trabajo. Me ducho, me visto y la espero en el recibidor para darle un beso y desearle un buen día. Con cara de asombro señala el techo y miro la zona indicada esperando encontrar algo extraño. Sabe bien que bebo los vientos por ella, y aun así vuelve a sortearme con argucia cerrando la puerta tras de mí.  






Relato finalista en Wonderland el 11/06/2016 

martes, 15 de diciembre de 2015

UN EXTRAÑO EN LA NOCHE

La calle Mar albergaba olas que ahogaban a los inoportunos. Incluso la madrugada que un joven apuesto, vestido con un impecable traje de alpaca negro y un sombrero de alas, llamó repetidamente al interfono de Carolina la pescadera. Tenía un aire desenvuelto y sofisticado y, a simple vista, no parecía de los que armaban jaleo; aunque aquel insistente e intempestivo repiqueteo podía alarmar a cualquiera. Ella contestó por el telefonillo con la voz entrecortada: «¿Quién es? ¿Qué pasa?», exclamó. Se despertó sobresaltada, azorada, no eran horas. La cálida luz de una farola próxima dibujaba la esbelta figura de aquel singular Romeo capaz de todo por sorprenderla. Entonces, su voz almibarada conectó con la noche y, acercándose a la rejilla del portero automático, entró en éxtasis para cantarle, a su manera, una balada llena de bellas intenciones. Yo espiaba desde mi ventana, consumida por la envidia y sin poder frenar la emoción que ascendía por mi espalda. Carolina, en cambio, incapaz de sentir el tiempo detenido al borde de la madrugada, no tardó en asomarse a la ventana con un barreño de lluvia que precipitó inclemente sobre aquella magnífica voz que acompañaba las primeras luces del alba.

Esta Noche te cuento (ENTC)
Tema: Homenaje a Sinatra (100 años)

jueves, 10 de diciembre de 2015

LA RECOMPENSA

Cuando los velatorios se hacían en las casas –y no en las actuales salas preparadas de los tanatorios– me gustaba acudir a velar al muerto; no tanto por el ambiente de adoración que prevalecía alrededor del féretro y los conmovedores lamentos que se proclamaban al difunto haciéndote saltar las lágrimas, sino por la compensación que suponía estar allí. Tras aguantar todo el día con la mirada lánguida, los familiares te mostraban su afecto, agradecían que estuvieras con ellos en esos momentos tan duros y, lo mejor de todo, te ofrecían un buen tazón de caldo calentito y algo de comer.

lunes, 7 de diciembre de 2015

EL NAVEGANTE

Ella escuchaba todas las recomendaciones de sus allegados cuando le sugerían a bien que debía quitárselo de la cabeza, que ese amor no le convenía y solo le traería desasosiego. Asentía con la cabeza sus advertencias porque, en el fondo, también intuía en esa impulsiva aventura una situación complicada. Para tranquilizarlos les daba la razón, les decía convencida que trataría de olvidarlo y seguiría con su vida como hasta ahora. Pero cuando ese irrefrenable anhelo le trepaba por la espalda y se clavaba en su pensamiento, le ahogaba la presión y subía presurosa a la superficie para volver a verlo. 

domingo, 6 de diciembre de 2015

EL REGALO

El bueno de Carlos abrió el libro que su novia le había regalado por su cumpleaños y descubrió que sus páginas estaban plagadas de manchas y restos de comida: gotas de aceite, pepitas de tomate, trocitos de lechuga, hebras de atún, migas de pan… El caso es que ella se lo envolvió con papel de regalo y lo adornó con un exuberante lazo rojo. Cumplía los treinta; era algo especial. Incluso lo perfumó, y tuvo el detalle de adherirle una etiqueta dedicada que decía: «La pasión que siento por ti corre por mis venas como un ardiente río de lava».

miércoles, 2 de diciembre de 2015

EL TAMBORILERO

En el tiempo que se carga una de esas páginas guarras en el ordenador, Rodolfo piensa en sacar del congelador un táper de sopa para la cena; se acuerda que debe comprar champú, pasta de dientes y papel higiénico; también que debería visitar a su abuela Gertrudis y regar los geranios de la terraza, podrían morirse. En esos escasos segundos, recuerda que debe ingresar el dinero para la boda de un amigo. Ya están todos casados; solo queda él. La web enseguida está lista y la pantalla se llena de estímulos voluptuosos. Además, en diciembre la adornan con detalles navideños. 

lunes, 30 de noviembre de 2015

HAY SEÑALES

Cuando me encontré a Doña Carmen y me preguntó cómo llevaba el resfriado, sabía que en realidad me estaba preguntando por mi estado de ánimo tras la muerte de Sara. Tenía esos códigos sutiles para no parecer impertinente. A modo de respuesta, le señalé un sarpullido inflamado que me había salido en el brazo para que dedujera así mí situación. Como había una oleada de catarros, creí oportuno preguntarle también por esa tos seca e intermitente que alguna vez sufría. «Ese resfriado no cesa nunca», me susurró. Y, a escondidas, levantó un poco su jersey para enseñarme algunas ronchas moradas.


Relato ganador en Wonderland el 12/12/2015 
Entre los finalistas estuvieron "El impostor", de Rafa Olivares; "Escrito está", de Ángel Sainz; "Jura de Bandera", de Gabriel Pérez; "Marató", de Joaquim Bohigas
"Perro fiel", de Nicolas Jarque
 Clica AQUÍ para leer sus micros. 


Dando en el enlace podréis escuchar el relato y, además, conocer los comentarios que Jordi Muñoz hace sobre él. 
http://blog.rtve.es/files/lart-descriure-19-desembre.mp3

jueves, 19 de noviembre de 2015

EL POSTRE

Mamá dio una cucharada a uno de esos yogures con trocitos de fruta y la regurgitó sobre la mesa.
–¡Un día de estos acabarán con nosotros! –exclamó–. Se supone que debería encontrarme pedacitos de cereza.
Nos quedamos observando el cuerpo extraño que había expulsado mientras lo tocaba escrupulosamente con su dedo índice.
–¿Qué es eso? ­–preguntamos mi padre y yo con cara de asco.
Mi madre se acercó el envase para leer la composición del producto.
–Leche, cereza, almidón, pectina, antocianinas, fermentos, conservantes, edulcorantes... Hay más cosas, pero yo diría que han sustituido la fruta por pieles de bacalao. 

viernes, 13 de noviembre de 2015

LA ILUSIÓN

Podía pasarme horas observando los contornos difuminados de aquella misteriosa mujer. La combinación de la perspectiva aérea del fondo y la delicada ejecución técnica, conseguían que me sumergiera en una sensación de tridimensionalidad y profundidad; además, su enigmática sonrisa parecía cobrar vida. Aquella tarde, envuelto en la cálida iluminación de la sala y absorto en la niebla de colores que se desvanecían en el lienzo, llegué a percatarme de que la bella mujer retratada poseía un tic en su ojo derecho. Sus reiteradas contracciones provocaron algo parecido en mis labios; y así, mediante guiños y tímidos besos, empezó lo nuestro. 

lunes, 9 de noviembre de 2015

DE ROJO A VERDE

Afectado por las voces que se manifestaban en mi interior, sentí como el vértigo se adueñaba de mis ojos y lo ponzoñoso se entretejía en mis entrañas mientras conducía mi viejo Seat Cordoba. Abrí la ventanilla para que me diera el aire; me mareaba. Un deportivo descapotable se pegó a mi coche cuando nos detuvimos en el semáforo. Su conductor hizo rugir varias veces el motor para provocar una ridícula carrera y su desquiciado copiloto invadió mi espacio zarandeándome. Esperaban mi reacción. Les sonreí medio muerto, saqué mi cabeza por la ventanilla y, sin poder evitarlo, les llené de vómito. 

viernes, 6 de noviembre de 2015

COMO UN NIÑO

«Hola», le dije esbozando media sonrisa. Apareció de repente y se interpuso en mi camino mientras cruzaba la calzada para ir al otro lado. No la conocía. Era una chica muy guapa, de cabellos rizados, pelirroja y un palmo más alta que yo. Jadeaba. Le devolví el saludo por educación. Ella parecía conocerme. Se mantuvo quieta frente a mí, mirándome con la consideración que se le podía tener a un cachorro abandonado. Sin embargo, me echó una bronca que no comprendí, me estiró de la mano como a un niño desobediente y me susurró: volvamos a casa papá. 


Mención en el III Certamen de microrrelatos Realidad Ilusoria

martes, 3 de noviembre de 2015

ARTE INVISIBLE

   El Arte Invisible había llegado a los museos más importantes de nuestra geografía. Era una realidad artística que incentivaba la imaginación y no se cernía solamente en lo sensible a la hora de abordar experiencias estéticas.
  La veterana guía que se encargó en realizarnos la charla didáctica nos anunció entusiasmada que teníamos ante nosotros lo más parecido a un acto insuperable, sublime; y nos señaló el espacio vacío que había sobre el pedestal de madera situado en el centro de la sala. La obra en cuestión estaba custodiada bajo la atenta mirada de un vigilante, y adecuadamente acordonada para mantener la distancia de seguridad. La mayoría de los visitantes se sentían tentados en traspasar la línea con la mano para comprobar si realmente había algo encima.
   Ese día, me moví alrededor del supuesto elemento traslúcido, interesado por lo que podía acomodar aquella sencilla peana de contrachapado blanco. La observé desde arriba, desde abajo, al bies, de todos los puntos de vista posibles, y pensé que si un hueco transparente podía definir algo concreto, también podría encontrarse el haz de luz que marcara su contorno. Pensé que quizás debía adoptar una actitud más espiritual que corpórea ante aquella situación irracional.
     La guía nos soltó emocionada un proverbio árabe que sonaba a frase de azucarillo: «Si lo que vais a decir no es más bello que el silencio no lo digáis». Comparó su mensaje con la perfección y la belleza que debíamos percibir ante la aparente «nada» que seguía indicándonos. Me encogí de hombros y, con gesto displicente, me quité las gafas, di varios pasos alejándome del punto central y entorné los ojos para comprobar si desde una ubicación más alejada se veía lo esencial.
    De repente, algo cambió en aquel ambiente de expectación. Me rodeó un nimbo de luz amarilla y me sentí como flotando a un palmo del suelo. Mi visión sufrió una extraña alteración; advertía los lívidos grises de las sombras y pude contemplar como la sala se abocaba a la negrura de las tinieblas. De un fogonazo ahogado nació un gran ojo incandescente que fluctuaba sobre la enigmática plataforma, moldeándose en una forma concreta y reconocible en sí misma. Entonces, desde ese estado ultrasensorial en el que me hallaba, vi lo que debía ver. Y, puedo decir, no era de este mundo.   

lunes, 2 de noviembre de 2015

UN DÍA TRISTE

El Día de Todos los Santos me rompo las costillas de la manera más inesperada: inclinándome al dejar unas bonitas flores en la lápida de mí añorada esposa. Intento desengancharme de esa incomprensible e incómoda posición que me retuerce el costado y, ante el esfuerzo por destrabarme, solo consigo romperme aún más por dentro. El aroma de las rosas me hace estornudar y desencadena un dominó de crujidos devastadores, una oleada caliente que golpea mis vértebras, mis pulmones, mi respiración lejana; y siento como los huesos encorvados de mi frágil armazón se vuelven polvo apresuradamente y desabrigan mi desconsolado corazón.

viernes, 30 de octubre de 2015

MIS CUQUIS

Luki y Kilu  son dos cucarachas negruzcas que viven en el cajón de mi mesita. Se nota que me aprecian. Durante el día van a la suya, corretean por la zona de suciedad que se acumula en la cocina y las habitaciones. No necesitan ningún cuidado, ni siquiera que las alimente; ellas se apañan. Por la noche, cuando las paredes me ahogan y me acongoja lo de siempre, aparecen inquietas y me espabilan. Me suben por el brazo, se plantan sobre mi ancha nariz y, como en un duelo de espadachines, esgrimen sus agudas antenas como si quisieran decirme algo.


Relato ganador en Wonderland el 05/03/2016 El relato ganador fue "Escapadar" de Lola Sanabria. También estuvieron entre los finalistas "El amor de mi vida", de Rosy del Val; "Gritos", de Gabriel Pérez; "Orgullo profesional", de Ángel Saiz; "Metro Servet", de Luis San José"Relación", de Rafael Olivares.  Clica AQUÍ para leer sus micros. 

jueves, 29 de octubre de 2015

LA ADQUISICIÓN

«¿Cómo sabes que no te venden la moto?», me preguntaba un amigo en la exposición.

¿Cómo se atrevía a dudar de mi olfato para reconocer una genialidad? La profesionalidad de la galería era más que reconocida, y ya resultaba molesto que siempre se asociara el arte moderno al espectáculo y las modas; era un discurso depauperado.

¿Quién dictamina lo que enriquece al individuo? ¿Quién osa desposeerme de la satisfacción que supone contemplar una sartén ajada con un globo verde atado en su mango y divagar sobre sus interpretaciones en mi casa si tengo dinero de sobra para adquirir la pieza? 

viernes, 23 de octubre de 2015

ULULATOS

Junto las manos como si fuera a rezar y entrelazo los dedos. Los dos pulgares se quedan fuera del trenzado de falanges; únicamente los flexiono un poco para crear entre ambos una pequeña apertura a modo de boquilla. Es ahí donde apoyo mis labios y soplo con suavidad. El aire choca contra el hueco hermético de mis palmas y produce un silbido ululante que se disipa por el frondoso bosque donde me hallo. Es una de esas cosas absurdas que uno sabe hacer, que en teoría no vale para nada, pero que a mí me va genial para capturar lechuzas. 

miércoles, 21 de octubre de 2015

LA VOZ DE LOS SUEÑOS

La voz que viene de los sueños no sale de las gargantas humanas. Todos saben que ese sonido es más propio de los periquitos gigantes o de las quimeras que se gestan cuando alguien se arrellana en un sofá de cuero azul para echar una siesta. También puede proceder de un insecto palo que se desgañita vociferando al mundo su plan de futuro sobre una delgada rama prima hermana. O, incluso, podría derivarse de la locura de los enanos de jardín al expeler con todas sus fuerzas el grito de guerra que les serviría para atacar a sus desangelados amos. 

sábado, 17 de octubre de 2015

I JORNADA DEL DISIMULO

En la I Jornada del Disimulo que se celebró en una pequeña villa del Maestrazgo, se enseñó a silbar con cierto aire de condescendencia a los asistentes que acudieron, se les hizo apreciar la eficacia morfológica de la expresión facial, la importancia de la gestualidad corporal, el uso del tono y el léxico adecuados para que aquello que sintieran realmente pudiera disfrazarse con persuasión y nadie lo advirtiera. Durante la charla pasaron vídeos de algunas situaciones sociales donde se ponían de manifiesto todas estas artimañas teatrales, tan socorridas en cualquier núcleo urbano y, al parecer, tan desconocidas en otros parajes.

lunes, 5 de octubre de 2015

BUCLE

La melancólica señora se tira de lo más alto y se espachurra contra el suelo. Permanece tumbada sin moverse. ¿Muerta? Qué va. Enseguida abre los ojos y se le recoloca todo milagrosamente. Se le cierran las heridas, la clavícula vuelve a su sitio, los huesos rotos se le sueldan y se reconstruye su machacada cabeza. Se levanta como si nada. ¿Viva? Tampoco. Extiende sus brazos al cielo y espera resignada a que las miríadas de sanguijuelas y larvas vuelvan a pegársele al cuerpo, le chupen la energía y la perturben, otra vez, en el ser depresivo del que no escapa.







Relato finalista en Wonderland el 17/10/2015 
El relato ganador fue "Tregua epistolar" de Javier Ximens. También estuvieron entre los finalistas "Hermanas gemelas", de Xavier Blanco; "Hipérbola", de Anna Jorba; "¿Quién te va a querer más", de Jabier Palanca Corredor; "Recortes", de Antonio Ávila
"Temporada otoño-invierno", de Paz Monserrat.  Clica AQUÍ para leer sus micros. 

viernes, 2 de octubre de 2015

LA HORA DEL RECREO

Conversación de un chiquillo a otro en el patio del colegio:
–No espero nada Juanjo, en serio. No espero ni que salga agua caliente cuando voy a ducharme. Es lo mejor. Crearse ilusiones no es bueno, no dejan blindarte por dentro. Debemos curtirnos, aunque sea a golpes o en un hospital; ahí lo ponen todo en su sitio. Y aceptar la derrota. Pasar de las etiquetas y de todas las teorías preconcebidas. No sirven. Igual que del pensamiento único; debemos cambiarlo y moldearlo en cada situación. Al final, madurar será algo parecido a comerse este bocadillo de chóped y disfrutarlo.

miércoles, 30 de septiembre de 2015

RÉMORAS

Es costumbre que la Plaza Mayor se llene de rémoras. Diariamente cientos de palomas se amontonan como ratas por las migajas y sobrantes que la gente les ofrece. Debido a eso –y por una repulsión superior a mí– soy incapaz de atravesar esa zona. Pero hoy, al salir de la oficina, todo se ha paralizado repentinamente durante horas y, sin dar crédito, he podido comprobar como esas aves inmundas de picoteo trastornado se han disecado como trofeos inertes sobre el pavimento; y en esa incomprensible quietud, me he abierto paso a puntapiés para cruzar por primera vez esa cochambrosa explanada.

martes, 22 de septiembre de 2015

EN PENUMBRA

Es posible vivir permanentemente en penumbra. Yo lo hago. Me levanto temprano y empiezo la tarea de limpiar la mansión desde el zaguán. A media mañana descanso un poco y, en algún punto de la casa, me encuentro con alguien para almorzar y conversar sobre el único e inquietante trocito de cielo azul que se divisa desde las ventanas. Por la noche, me entrego a la reparadora labor de tejer tricotas, chalecos, gorros, bufandas… La cuestión es mover esas largas agujas metálicas para que las horas trascurran en blanco y amanezca en la negrura de un nuevo y aciago día.

miércoles, 9 de septiembre de 2015

RESIGNACIÓN

     
     Cuando me postraron en el interior de aquel ataúd acolchado y me envolvieron en una preciosa mortaja de seda, supe que mi existencia llegaba a su fin. Para ellos –mis familiares y los del servicio funerario– ya estaba muerto. Sin embargo, yo no me sentía cadáver. Por increíble que fuera, notaba los latidos (casi imperceptibles) de mi corazón y una reveladora conciencia que me erizaba la planta de los pies. Cerraron la tapa, colocaron el féretro sobre una camilla y me trasladaron por el pavimento adoquinado del cementerio hasta el nicho donde se me daría sepultura.
   En el pueblo se tenía la costumbre de contratar a jóvenes peones de la construcción para que demostraran su destreza levantando una pequeña pared de ladrillos que tapiara, en pocos minutos, el estrecho reducto donde permanecería enterrado el fallecido. Me imaginaba esa situación claustrofóbica y un estremecimiento hacía temblar mi aletargado cuerpo, impulsándolo a querer levantarse, a sorprenderles con mi vida. Pero al oír sus lloros, la aflicción de los presentes y las sentidas oraciones del párroco, no me pareció buena idea deshacer nada. Así que me resigné a morir, escuchando el bonito epitafio que mi esposa había elegido.

jueves, 3 de septiembre de 2015

CUCURUCHO

Mientras mi mano izquierda se recogía en un puño entreabierto para que mi novio apoyara su barbilla sobre el hueco que se formaba, la derecha acariciaba su cogote para dirigir cariñosamente su cabezota hacia esa cavidad. Era un ridículo juego que siempre le hacía. Lo manejaba a mi antojo para simular un cucurucho humano, y le chupaba la calva y sus mejillas, como si se tratara de una bola de helado. Esta vez, verlo ahí apuntalado, con su carita de pánfilo sumiso, me dio tanta rabia que lo agarré fuerte del mentón y lo abofeteé hasta dejarlo como un tomate. 

miércoles, 2 de septiembre de 2015

LA DESAPARICIÓN

Al abrir el contenedor, se dio cuenta de que estaba empezando a olvidar el nombre de las cosas. Así era cómo uno empezaba a extraviar su identidad; sintiendo las embestidas del olvido. El ataque definitivo vino justo al tirar la basura. Se vio perdido, sin referencias, atrapado en los recovecos de su pensamiento y respirando aquel hedor nauseabundo que acabó remendando el laberinto de su confusa memoria. Una maraña de conceptos lo dejó ido en un lapsus eterno, ovillado en la descomposición e incapaz de reaccionar cuando alguien que pasaba por allí cerró la tapa del container con él dentro.



Relato con el que he participado en la IX temporada de Relatos en Cadena de la Ser.

sábado, 29 de agosto de 2015

IDIOMAS

«Se imparten clases de extranjero por profesor nativo».
Eso era lo que anunciaba el folio din-A4 adherido con celo en las farolas y paredes. Había repartidos por todo el barrio. La gente se detenía curiosa a leer la letra mediana: «Todos los niveles. Particulares y grupos. Quince años de experiencia. Horarios flexibles. Conversación. Preparación de exámenes oficiales y entrevistas de trabajo». Además, se destacaba en negrita y subrayado: «Preguntar por Juan José MadMartigan», debía ser el profesor. La parte inferior del cartel abarcaba una retahíla de estrechas pestañas con la opción de arrancarse y donde aparecía el teléfono de contacto. 

jueves, 27 de agosto de 2015

DESALOJO

Debía abandonar la casa tan deprisa que no estimó qué llevarse, qué dejar, qué era importante… Ante esa extrema situación, su reacción no fue otra que sentarse en el cómodo butacón de su estudio, reclinarlo totalmente hasta quedarse tumbado boca arriba y, ajeno a los gritos que se oían desde fuera, abandonarse al caos de la zozobra y al polvo del derrumbe. Con las primeras vibraciones, su lánguida mirada siguió el movimiento pendular de la lámpara del techo; no tardaría en descolgarse. Pero, antes de lo ineludible, quedó hipnotizado por ese suave vaivén que lo sumió en un profundo sueño.

domingo, 23 de agosto de 2015

ESCUPIR POR DENTRO

Quien no aprecia (o hace desprecio) a la persona que más quiero, mina de rabia mi alma y hace que explosionen mis adentros. Quien se muestra desconsiderado, no perdona sus imperfecciones y no valora su infinita bondad, activa en mí un modo de convivencia automático. Si, repetidas veces, siento como la aplastan con desaires e intentan hundirla constantemente con su infecta arrogancia, puede que a esas malas personas les esboce una sonrisa y les ponga mi mejor cara, e incluso les diga lo que necesiten escuchar cuando vivan sus peores momentos, para que jamás intuyan la repulsa que me dan. 

sábado, 22 de agosto de 2015

MUÑECO DE BARRO

   
     Desde la terraza de la cafetería veo como una señora limpia el culo de un niño –su hijo, supongo– con un clínex. El chiquillo, a la vista de todos, evacua sobre la zona ajardinada de la plaza un mazacote marrón del tamaño de un pan de pueblo, una masa repulsiva mayor a la esperada por un chiquillo de su edad. La madre, al acabar, le sube los calzoncillos y el pantalón y, con naturalidad, se alejan de la zona.
    A pocos metros, como la mierda llama a la mierda, un perro callejero también se arquea para defecar en el pavimento acolchado destinado al recreo infantil, justo donde hace un momento se columpiaba el mocoso. Cuando sale el camarero, pido un café y cambio la dirección de mi mirada; la centro hacia las nubes. Ese apacible panorama me lleva a reflexionar sobre lo que acabo de ver: la anarquía de acciones fisiológicas que los seres vivos podemos manifestar al encontrarnos ante situaciones extremas. Me tomo el café y me fumo un cigarro tranquilamente, abstraído en la filosofía barata que mis pensamientos generan. En poco, mientras observo como las gaviotas surcan el cielo y planean hasta posarse sobre la arena mojada de la playa, siento la imperiosa necesidad de lo inminente. Pago para que me coja en casa, y me marcho con un cohete entre las piernas, mirando al suelo y tratando de esquivar el campo de suertes minadas que el enemigo ha ido dejando. 

viernes, 21 de agosto de 2015

DE QUITA Y PON

Ayer capturé el lagarto magenta que estaba en el techo del comedor; llevaba varios días junto a la lámpara. Aguardaba a que los insectos se aproximaran a la luz del plafón para cazarlos. No había cambiado de posición en todo este tiempo, incluso llegué a pensar que era un juguete adherido. Utilicé mi bastón para hacerlo caer en el interior de una caja de cartón. Exclamó como un humano y, una vez apresado, tarareó canciones de los Beatles. Mientras le hacía unos agujerillos en la caja para que respirara mejor, una velluda tarántula amarilla ocupaba su lugar en el techo.   




11-09-2015
Relato ganador del mes de agosto en el Calendario de la Internacional Microcuentista 2016.
Finalistas Carlos Castillo (1ª mención) y Maria Fraile (2ª mención). Si quieres leer sus relatos pulsa AQUÍ.

miércoles, 19 de agosto de 2015

RUINAS REFRIGERADAS

El paisaje de mi frigorífico, además de contener los alimentos que regularmente consumo, encierra víveres que he dejado evolucionar para que prevalezcan. Es fácil hallar medios limones fosilizados repartidos por los diferentes compartimentos; formas esféricas de múltiples tamaños envueltas en papel film transparente, inidentificables por lo mohoso que las recubre; jardines que geminan en patatas descuidadas en los rincones de las baldas; frascos caducados de mermelada convertidos en mazacotes grisáceos…También puede encontrarse el típico tetrabrik de leche agria, una Cocacola de dos litros semillena totalmente desbravada y algunas salsas de aderezo que, una vez abiertas, aguantan toda la vida.

domingo, 16 de agosto de 2015

«SANGRASANGRA»

Los mejores helados de casquería se elaboraban en «Sangrasangra», una conocida franquicia que trabajaba con las mejores reses y los más destacados matarifes del despiece y el degüello. Los Borriguez, ascendientes de una conocida estirpe de charcuteros, despachaban sus singulares tarrinas de mantecado en ese marcado territorio de matanza. Entre las consumiciones más demandadas, había varias combinaciones estrella: la bola de zarajos de cordero con la de sesos de tocino, y la de criadillas de ternero con la de morteruelo de Cuenca; una fusión perfecta para los más golosos. El granizado de mollejas de pollo, por su refrescante sabor y su agradable textura, era el refresco preferido por los niños. Y para los que estaban dispuestos a dejarse sorprender por los más afrodisiacos despojos, estaba la opción del estimulante y colosal cucurucho de rabo de toro.

miércoles, 12 de agosto de 2015

EL HOYO

Cuando entorno los ojos para ver más allá, solo veo pequeños desastres que revientan. Diviso un horizonte difuso de sombras encorvadas que cargan pesadas mochilas; atiborradas de bosquejos, devaneos y verdades como puños; el lastre acumulado de sus vidas. Las siluetas se desahogan explosionando la tierra con dinamita, originando profundas fosas que luego tapizan con el contenido de sus macutos de miseria. Se despojan de todo, hacen balance de lo vivido y, vacuos, saltan sobre lo tierno de los recuerdos que revisten la pedregosa abertura; porque, al término, solo valen para almohadillar la caída al insondable hoyo de la nada.

sábado, 8 de agosto de 2015

SALIR DEL COMA

Declinaba triste la luz de la tarde cuando Germán, tras permanecer cerca de un año en coma, recordó que le gustaban las chicas musculosas. Al despertar, lo primero que su adormecido cerebro consideró fue, curiosamente, su canon ideal de belleza: féminas exuberantes de cuerpos magros sin celulitis, con la piel literalmente pegada a los músculos; bronceadas, sometidas a duros entrenamientos para conseguir que sus curvas y sus extremidades –tanto superiores como inferiores– estuvieran bien definidas, tonificadas y adquirieran la volumetría propia de las que viven por y para el culto al cuerpo; de facciones angulosas, glabela prominente y sonrisa nívea.

viernes, 31 de julio de 2015

PRESENTACIÓN ARTÍSTICA

La artista se anudó un pañuelo blanco en la cabeza con dos ramitas de romero simulando unas antenitas marcianas, se arremangó la falda manchada de pintura hasta la cintura y, con naturalidad, mostró al público asistente y a los medios de comunicación una suculenta manzana roja. Se dispuso a presentar su exposición en una reconocida galería de la ciudad, pero antes de empezar a hablar y explicar su eclosión artística, serpenteó la fruta con cierta impudicia alrededor de sus braguitas de punto de cruz que quedaron al descubierto. Luego, se llevó la manzana a los labios, la mordisqueó salvajemente e inició el discurso con la boca atiborrada de su jugosa carne blanca. Barboteó palabrería ininteligible a la vez que escupía trocitos de fruta; su lenguaje, sin embargo, aportó la comprensión de un pensamiento excelso y divino; la terminología lingüística elegida proporcionó las pautas básicas para adentrarse sin prejuicios hacia el delirante proceso creativo de su pletórica experiencia plástica, capaz de conmocionar incluso a los que no entendieron nada de nada.

miércoles, 29 de julio de 2015

PERDER LA CABEZA

Mi creencia fue que Luis estaba poseído. Un día, bajando juntos por el ascensor, me comentó que oía voces que le perturbaban, que en su casa merodeaban presencias y, en más de una ocasión, había sentido la necesidad de autoagredirse. Me hice el loco y le dije, desestimando aquella sentida confesión, que todos podíamos tener un mal día. Él se dio cuenta enseguida de mi indiferencia, por lo que bajó la mirada avergonzado y, algo retraído, permaneció callado hasta que se abrieron las puertas y nos despedimos. Vivíamos los dos en el ático; él en el A y yo en el B. Nunca nos habíamos molestado. Vivía solo, era un buen vecino, educado y silencioso. Hasta el otro día, que su casa empezó a retumbar a causa de ruidosos impactos. La curiosidad me llevó a apoyar la oreja en el tabique común de nuestras viviendas para deducir qué demonios estaba pasando al otro lado. Se oían golpes secos y rotundos tras una breve correndilla. Daba la impresión de que arremetía contra la pared. Así me lo imaginaba, embistiéndola como un toro bravo una y otra vez, totalmente ido. Podía parecer una locura, pero así fue. Tras un buen rato de encontronazos, el más enérgico y desmedido acabó abriendo un enorme boquete que invadió mi espacio, mi apartamento. Su ensangrentada testa quedó empotrada en la pared de mi comedor; colgada como un trofeo de caza. Me miró derrotado, echando espuma por la boca.  Estaba exánime, a punto de desmayarse; y yo, como la última vez que coincidimos, volví a hacerme el loco y le dije que no se preocupara, que todos podíamos tener un mal día.

domingo, 26 de julio de 2015

AMOR VERDADERO

A las parejas felices se las distingue fácilmente. Los domingos se arreglan y van a comer al restaurante. Un rato antes, dan un paseo y se sientan en una terracita junto a la playa para hacer el vermut. Sus hijos se entregan a los juegos que tienen instalados en el iPhone. El padre, con la excusa de ir a comprar el periódico, tiene un detalle con su mujer y la sorprende con una rosa. Ella queda encantada y, delante de todos, muestra un desmesurado entusiasmo que revela evidentes signos de estar haciendo un poco el paripé. «Mi amor, te quiero, te quiero…» exclama animosa una y otra vez. Se dan un beso interminable y, después, no paran de sonreírse, de achucharse, de acariciarse las mejillas con ojitos de dulce gatito, de comerse la oreja con arrullos... Brindan con la copita de cava que se están tomando, sorben un poco y, sin dejar de mirarse, vuelven al besuqueo, al acaramelamiento y al regocijo de sucesivas acciones que, descaradamente, son más fogosas y lascivas. No les importa que la gente les mire; se sienten felices, disfrutan del magnífico día, de sus inabarcables muestras de cariño y, como todo les parece maravilloso, gozan incluso del sofoco de sus chiquillos, que por nada del mundo desean levantar la mirada de la pantalla.

viernes, 24 de julio de 2015

SUCIAS PASIONES

La joven pareja juntó sus labios en un lugar escondido de la playa. Sus ávidas lenguas empezaron a dar vueltas a tanta velocidad que quedaron atadas por un nudo de carne. Esa extraña circunstancia hizo que la noche no fuera idílica, sin embargo, Lucia y Vicente se mantuvieron abrazados por su bien, aterrados por aquel insólito incidente que les mantenía unidos; con sus retinas casi quemadas de observarse tan de cerca, sintiendo la tirantez y el dolor de aquella situación agónica más propia de una maldición o un conjuro; o, tal vez, del pernicioso influjo de aquella colosal luna plateada. El momento se transformó en desesperación, en rigidez, en lloros de impotencia al no poder desmarcarse del cuerpo ajeno que, hacía solo un momento, ansiaban libidinosamente. Mascullaron desagradables sonidos guturales que hicieron presagiar el fin de su deseo, e intercambiaron un sinfín de respiraciones y jadeos resollantes que, irremediablemente, les llevaron a segregar una inmunda variedad de babas, espumarajos y viscosidades salivares. Las náuseas irrefrenables de él provocaron el vómito compulsivo de ella, y lo que hubiera podido ser un grato encuentro en la playa, se convirtió en una estampa repugnante y repulsiva que nada tenía que ver con la dulzura apasionada de las primeras citas.

lunes, 20 de julio de 2015

DE CHISTE

Resulta difícil distinguir cuando alguien que siempre está de broma habla en serio. Quique era así; desmesurado en sus gracias y capaz de hacer un chiste de todo. Sin embargo, lo que nos contó aquella tarde resultó ser sincero; no contenía filtros humorísticos ni ironías ni poses teatrales. Pudimos dar fe del fatídico incidente de su historia al cabo de unos días. Nos contó que su padre, recientemente ascendido a guardia de seguridad, llegó a casa muy borracho y obligó a su madre a que le clavara un puñal para comprobar si su chaleco antibalas servía también contra los cuchillos. 

miércoles, 15 de julio de 2015

MOSQUITOS

Los mosquitos de Caspe son los más gordos del mundo. Si te pican, te dejan hecho polvo. El tabasco y el Vicks Vaporub van geniales. Mi padre dice que van al sudor y a algunos olores corporales. A él, como no le pican, le saca de quicio que mi madre se queje constantemente de que la acribillen todas las noches, incluso untándose con esas sustancias. «No lo entiendo», le vocea con rabia, «debes tener la sangre mala». Al final, mi madre calla. Encima que es ella la que sufre esas picaduras, parece que no pueda expresarlo; como si él no repitiera las cosas. Y sí lo hace, os lo puedo asegurar, y mucho, pero solamente sobre temas importantes que requieren reiteración diaria; ya os podéis imaginar cuáles son en estos tiempos de crisis. Cuando se entra en la disyuntiva de qué es importante y qué no, ellos no se ponen de acuerdo; son de naturalezas diferentes. Mi madre valora el canto de los pájaros y la luz del sol, y mi padre lo compara todo, es conocedor de lo material y lo tangible, y menos mal… Para vivir se requiere de esas dos vertientes, de ahí que, en el fondo, ellos se complementen tan bien; y los mosquitos, que son muy sabios, sepan a quién picar y a quién no. 

martes, 14 de julio de 2015

CAÍDO DEL CIELO

Fue la primera noche del mes de agosto cuando al reconocido organista especializado en música sacra, Rigoberto Roletti, le llovió un cuerpo extraño al salir a tirar la basura. El enorme bulto, camuflado por la oscuridad de las tinieblas, tenía una naturaleza robusta de apariencia abominable que debía pesar más de noventa kilos. Su revestimiento grisáceo, moldeaba una satinada costra escamosa de apariencia humana, pues, aquella criatura alada, tenía brazos, piernas y una angulosa cabeza de rasgos indefinidos a la que le sobresalían unas puntiagudas orejas. La grotesca sombra, temida por los hombres, era un mamífero repulsivo y raudo, de hábitos cruentos, con un instinto sobrenatural que lo sacaba de su guarida para enfrentarse a los peligros de la noche. Un inoportuno traspié desde lo más alto hizo que se enredara en sus propias alas y se precipitara, por desgracia, sobre Rigoberto al abrir la tapa del contenedor. Fuera lo que fuese aquel tenebroso espécimen, aplastó al músico y lo mató en el acto. En el cielo se proyectaba una potente luz blanca recortada por un símbolo quiróptero.    

lunes, 13 de julio de 2015

PRIMERA FILA

Estar atado a un horario por placer y sentirse dominador del tiempo era algo muy típico en la gente mayor. Don Francisco no era una excepción. Estaba jubilado y necesitaba programar su tiempo para estar pendiente de su libertad. Miraba el reloj y ya sabía que debía hacer. El almuerzo, la comida y la cena, eran las claves de todo, por lo que doña Gabriela, su esposa, debía esmerarse en ser metódica. La puntualidad y el orden eran su razón de ser. Le obsesionaba el parte meteorológico del mediodía, la partida con los amigos después de comer, el caliqueño y la copa de pacharán, la entrada de las barcas en el puerto, el paseo rutinario para revisar las obras del pueblo y, caída la tarde, a eso de las siete, la charla con los amigos en el estanque del parque. En ese orden y a su debida hora don Francisco llenaba los días del invierno. Los veranos eran algo más descontrolados. Venían sus hijos y nietos de Madrid a pasar las vacaciones y no podía organizar prácticamente nada con tanta gente en casa. Bueno, algo sí. Se levantaba a las siete en punto de la mañana y bajaba a la playa norte a plantar la sombrilla y varias hamacas. A las diez bajaban ellos.

domingo, 12 de julio de 2015

EL GUERRERO

En la intimidad que ofrece el hogar, uno baja la guardia y muestra su verdadera naturaleza. Por citar un caso, a Joao Moreira, un corpulento empresario portugués de mediana edad, le gusta apilar enormes melones en su cámara frigorífica para hacer zumo. Elige uno al azar y, antes de cortarlo, lo besuquea, lo rodea con sus brazos e improvisa un baile al son de un triste fado lisboeta. Lo acaricia con dulzura, como a un bebé, le da los golpecitos requeridos en la corteza para cerciorarse de que es óptimo y, cuando le parece, lo sitúa sobre un pequeño soporte destinado a sujetar balones de rugby. Sumido en el ritual, se ata una cinta blanca en la frente, empuña una preciosa katana samurái herencia de sus antepasados japoneses y, con certeros mandobles, secciona el melón en varias partes. Luego, licua su jugosa pulpa, vierte el jugo en una gran tinaja y mata su sed con desespero. 

viernes, 10 de julio de 2015

TREN INFERIOR

La diversidad y el uso continuado de herramientas de jardinería han modelado mi escultural torso sin necesidad de pisar un gimnasio. Por enumerar algunas, al cortar el fino ramaje de los arbustos, las pequeñas podaderas han endurecido mis antebrazos; el volumen de mis bíceps lo he conseguido gracias a la siega de hierbas altas por medio de hoces y guadañas; mis prominentes hombros al esfuerzo que supone recoger hojas caídas con el rastrillo de abanico y, también, al remover la tierra endurecida con la pala y la horca; mis anchas dorsales son fruto de cavar profundos surcos con el pico y la definición pectoral, por un lado, se la debo a la poda de setos con las tijeras de dos manos y, por otro, a la tala de árboles con el hacha. Cierto es que, de cintura para arriba, soy un armario ropero, pero de cintura para abajo… 

miércoles, 8 de julio de 2015

UN DÍA DE VERANO

Durante los días asfixiantes de calor solo apetece refrescarse y pasar el día lo mejor posible. Las puertas correderas del supermercado se abren ante mí y el impacto gélido del aire acondicionado me resulta gloria bendita. Cojo un carro grande y doy varias vueltas de reconocimiento. Siguen con las obras de ampliación en su interior, por lo que recorrer la superficie cuesta bastante más. No importa; mejor aún. Las dependientas son un encanto, conversan conmigo sobre chascarrillos del barrio, y lo hacen muy a gusto porque a la hora que voy no tienen demasiado trabajo. Después de la cháchara, sigo por el laberinto de calles buscando las cámaras frigoríficas. Mi objetivo es meter la cabeza en la niebla glaciar que desprenden esas enormes neveras; eso me espabila, me activa. Luego, me detengo en la pescadería. No compro nada, únicamente hundo mis manos en el hielo picado con el permiso de la encargada. Es tan refrescante… Me tientan todos los perfumes y, como una es coqueta, paso un buen rato en la perfumería probando las fragancias más frescas. El carro acaba lleno de productos que he ido cogiendo al azar de las estanterías y, cuando soy consciente del verdadero motivo por el que he venido, miro el reloj. Son las nueve. Por megafonía anuncian que van a cerrar las puertas en media hora. El tiempo justo para recolocarlo todo en su sitio y salir pitando. 

lunes, 6 de julio de 2015

SEXO AZUL

Las lágrimas facilitaron la expulsión de unas diminutas esferas al brotarle de la carúncula de su ojo izquierdo. Las bolitas rodaron inquietas por todo su cuerpo hasta arracimarse todas bajo su barbilla. El señor que sufría esa extraña alteración vestía únicamente con un altísimo sombrero de copa. Oteaba bien los gránulos formados y dibujaba con sus labios una mueca pícara, como complacido por aquella efervescencia cutánea. Con las yemas de sus dedos palpaba delicadamente esos bultitos cristalinos rellenos de un líquido azul fosforescente. Empezó a pellizcar sus finas membranas. Las reventó con suma facilidad. El fluido empezó a desprenderse y a caer por las cuencas de su busto moreno hasta empapar el vello púbico y su flácido sexo. Me quedé mirándolo un buen rato. Empezó a moverse. Funcionaba. Aquello empezaba a tomar forma.